Calzado de Seguridad ¿Cómo elegir el más adecuado?
El calzado seguridad es uno de los complementos más importantes de todo el equipo de protección laboral. De hecho, en la mayoría de sectores, una de las medidas de prevención de accidentes y lesiones laborales más recomendadas es el uso de calzado de seguridad.
Es un tipo de calzado que forma parte del equipo de protección personal. Está destinado a resguardar los pies del trabajador de diferentes riesgos laborales. Habitualmente se suele hablar de calzado profesional y calzado se seguridad. El calzado profesional o calzado de trabajo es el que se suele utilizar en determinados sectores como la hostelería o el sector sanitario. Este calzado protege el pie frente posibles accidentes pero no se trata de un calzado de seguridad que garantice protección frente a impactos.
El calzado de seguridad es aquel que protege el pie de riesgos que pueden dar lugar a accidentes y que cumple con la norma UNE-EN ISO 20345. Los zapatos y botas con puntera y suela reforzada que se usan para trabajar en el sector de la construcción o en la industria, entre otros entornos laborales, se consideran calzado de seguridad. Este posee una suela resistente a los hidrocarburos y aceites.
Contenido
La protección del calzado para el trabajo
El calzado de seguridad debe cumplir las normas UNE-EN ISO 20345, UNE-EN ISO 20346 y UNE-EN ISO 20347. Según estas normativas debe reunir las siguientes características:
- Debe estar equipado con topes de seguridad (punteras de seguridad) para proteger la parte delantera del pie.
- Ha de estar preparado par ofrecer la máxima protección frente a un impacto de al menos 200J y contra la compresión con cargas de al menos 15KJ.
- Debe tener resistencia antideslizamiento.
De esta manera, garantiza protección contra:
- Accidentes mecánicos: caída de objetos, golpes en el pie, objetos punzocortantes.
- Percances eléctricos y térmicos: baja, media o alta tensión. Frío y calor.
- Accidentes químicos: derrame de líquidos corrosivos o agresivos, metales derretidos.
- Percances corporales: torceduras, esguinces, resbalones…
Además, incorpora todo tipo de requisitos adicionales como la resistencia a la perforación, tener propiedades aislantes, ser un calzado antiestático, que sea resistente a los hidrocarburos, etc… Por ello, a la hora de elegir el calzado de seguridad, es importante conocer o consultar los símbolos que lo clasifican según la protección que ofrecen.
Normativa del calzado profesional, de protección y de seguridad
Como decíamos anteriormente, las normas aplicables al calzado de seguridad son:
- UNE-EN ISO 20345:2011
- UNE EN ISO 20346:2014
- UNE-EN ISO 20347:2012
Estas normativas especifican los requisitos básicos y opcionales para el calzado profesional de uso general, el calzado de protección y el calzado de seguridad. En ellas también se incluye los riesgos mecánicos, térmicos, la resistencia al deslizamiento y la ergonomía.
La norma UNE-EN ISO 20345 regula los requisitos básicos y adicionales para el calzado de seguridad de uso general. En ella se incluye los riesgos mecánicos, térmicos, la resistencia al deslizamiento y la ergonomía.
En el caso de la norma UNE-EN ISO 20346 se regula los requisitos básicos y adicionales para el calzado de protección. Garantiza el cumplimiento de los requisitos de confort y solidez.
Por último, la norma UNE-EN ISO 20347 regula los requisitos básicos y adicionales para el calzado profesional que no esté expuesto a ningún riesgo mecánico de impacto o compresión.
Clasificación del calzado de seguridad
Para elegir el calzado adecuado para cada tipo de trabajo además de la comodidad, debemos tener en cuenta su clasificación según la normativa. Esta clasificación depende de dos factores: el material y las propiedades.
Según el tipo de material, este calzado se clasifica en:
- Tipo I: calzado fabricado con cuero
- Tipo II: calzado fabricado con otros materiales.
Estos dos tipos a su vez se clasifican por las propiedades. En el caso del tipo I:
- S1: Calzado que cuenta con un tope de seguridad resistente a 200J, zona del tacón cerrada, antiestático y con absorción de energía en la zona del tacón.
- S2: Cuenta con las mismas propiedades que el S1, más resistencia a la penetración y absorción de agua.
- S3: Posee las propiedades del S2 más resistencia a la penetración de la suela y una suela con resaltes.
El calzado de seguridad de tipo II. Fabricado en caucho o topo polimérico, también se puede distinguir según sus propiedades:
- S4: Calzado con tope de seguridad resistente a 200J, antiestático y con absorción de energía en la zona del tacón.
- S5: Cuenta con las características del S4, resistencia a la penetración de la suela y una suela con resaltes.
En el caso de los electricistas es muy importante elegir bien el calzado ya que el riesgo eléctrico es más complicado. Según la normativa, para este sector hay disponibles dos tipos de calzado: el aislante y el antiestático.
El calzado de seguridad aislante ofrece una gran resistencia eléctrica. El antiestático disipa las corrientes estáticas y presenta una resistencia eléctrica baja que favorece que la electricidad circule a través del cuerpo humano y se descargue.
Cómo elegir el calzado de seguridad
A la hora de elegir el calzado de seguridad debemos tener en cuenta ciertos factores. Esta elección debe ser realizada por personal capacitado y contar con la participación del trabajador que lo va a usar, teniendo presentes las necesidades profesionales que deba cubrir. Se debe tener en cuenta la actividad y los riesgos a los que esté expuesto el trabajador en su entorno laboral.
Por lo tanto, los entornos más comunes que podemos encontrarnos y que debemos tener en cuenta son:
- Trabajos donde exista peligro de deslizamiento.
- Industria del congelado y cámaras frigoríficas.
- Ambientes laborales fríos en exteriores.
- Ambientes calurosos (almacenes, talleres, fábricas…)
- Entornos de trabajo con altas temperaturas, procesos de soldadura y riesgo de salpicaduras de metales fundidos y otros.
- Entornos de trabajo con la temperatura del suelo elevada (trabajos en asfalto, gasolineras, refinerías…)
- Trabajos al aire libre donde se requiera protección frente al frío, viento y agua.
- Trabajos en los que se realiza largos recorridos a pie (mensajeros, carteros, logística…)
- Ocupaciones que implican muchas horas de pie (sanidad, clínicas, farmacias, limpieza…)
- Profesionales de la industria alimentaria.
- Trabajos relacionados con materiales blancos (pintura, decoración, yeso…)
- Acumulación de energía electroestática (automoción, electrónica, industria química…)
Fuente: Panter Calzado Laboral