Cómo limpiar y abrillantar la piedra natural

Limpiar, pulir y abrillantar la piedra natural como el granito, la pizarra, el mármol o el terrazo de suelos o fachadas es uno de los trabajos de mantenimiento más frecuentes. Aunque la piedra natural se caracteriza por su resistencia y alta durabilidad, requiere de un mantenimiento adecuado para que su belleza luzca al máximo durante muchos años. La piedra natural suele estar sometida a muchas agresiones a lo largo de su vida. El brillo suele ser el primer afectado e intentar recuperarlo puede ocasionar un verdadero quebradero de cabeza. Para evitarlo, te dejamos a continuación los pasos a seguir para limpiar y abrillantar la piedra natural.

 

Ventajas de la piedra natural

Desde tiempos remotos, la piedra natural se ha utilizado en todo tipo de construcciones y monumentos. A día de hoy, sigue siendo la elección por excelencia de la mayoría de arquitectos y diseñadores.

Entre todas las propiedades que nos brinda la piedra natural podemos destacar su durabilidad, ya que es un material que se conserva en perfecto estado con el paso de los años. Por otro lado, es un buen aislante térmico, ya que es capaz de soportar los cambios climatológicos extremos. Por último, no podemos obviar su elevada resistencia.

Limpiar y abrillantar la piedra natural de forma habitual te permitirá potenciar más sus propiedades y prolongar su vida útil. Además, con la técnica y productos adecuados te quedará como nueva.

 

 

¿Cómo limpiar la piedra natural?

Antes de nada debemos distinguir entre agresiones y manchas. Las manchas se pueden limpiar pero las agresiones deben repararse.

A la hora de limpiar la piedra natural en interiores debes tener en cuenta los siguientes pasos:

  • Primero barrer la superficie para retirar toda la suciedad y el polvo.
  • Si se trata de un suelo interior se puede limpiar de forma regular con agua tibia y jabón neutro.
  • Pasa la fregona bien escurrida, no debe gotear sino la superficie tardará más en secarse.
  • Repite la operación de fregar pero en esta ocasión con el agua más fría.
  • En el caso de las paredes de piedra natural se realiza el mismo procedimiento, pero en este caso, utilizando una esponja o bien una vaporeta.
  • Si en tu zona el agua es calcárea puedes utilizar agua destilada para evitar que aparezcan manchas de cal.

 

En el caso de fachadas y suelos exteriores:

  • Barre la superficie para retirar la suciedad y el polvo. Si se trata del jardín puedes recurrir a un soplador para retirar las hojas caídas.
  • Mezcla agua tibia y jabón neutro en un cubo y espárcela por la superficie. Frota con un cepillo o escoba y aclara con abundante agua limpia. Utilizar una manguera en el aclarado sería lo ideal.
  • Como en el caso anterior, para evitar manchas de cal puedes utilizar agua destilada.
  • En el exterior también puedes recurrir a una hidrolimpiadora a presión para la fachada y el suelo.

 

Abrillantar la piedra natural

 

Pulir para reparar las agresiones

Como comentábamos anteriormente, a la hora de limpiar y abrillantar la piedra natural, debemos tener en cuenta que las manchas se pueden limpiar pero las agresiones se deben reparar. En el caso de que la piedra natural muestre algún tipo de agresión deberemos repararla previamente y para ello es necesario pulir.

Lo primero que necesitaremos es una pulidora rotativa. El primer paso será utilizar una plaqueta diamantada o un disco diamante para desbastar piedra natural.

El pulido lo haremos siguiendo estos tres pasos:

  • Primero utilizaremos discos de diamante de 60 y 120 desbastan literalmente la superficie de la piedra.
  • Seguidamente haremos otra pasada con discos de 220 y 400. Generan un desbaste más ligero que iguala el desbaste inicial y prepara la superficie para el acabado.
  • Por último, los discos o plaquetas de 800 son los encargados de proporcionar el acabado definitivo al pulido. La superficie de piedra natural quedará con un tacto fino y suave pero sin brillo.

Te aconsejamos que entre cada cambio de grano, utilices agua para lubricar la superficie a pulir. De esta manera, evitarás la creación de polvo y dañar en exceso la superficie. También es importante que tengas en cuenta que entre cada cambio de plaqueta o disco, se debe limpiar la superficie para eliminar la suciedad generada.

Tras pulir la piedra natural dejaremos secar bien la superficie tratada antes de aplicar el abrillantador.

 

Pulidoras para piedra natural

 

Cómo abrillantar una superficie de piedra natural

Para cristalizar o abrillantar la piedra natural, una vez la hemos limpiado y/o pulido, podemos recurrir a las lanas de acero. Podemos escoger entre diferentes durezas. La número 2 es la más dura y puede utilizarse en suelos de terrazo. La número 1 es la más suave y la más apropiada para superficies de mármol o granito.

La fricción producida por la lana de acero genera calor. Este calor permite que el abrillantador de piedra natural penetre en la porosidad del material. De esta manera, se inicia un proceso químico que reorienta a las partículas superficiales dando lugar al brillo.

 

 

HG Abrillantador para piedra natural

 

 

HG Abrillantador Protector de Piedra Natural

Para devolver el brillo a la piedra natural nosotros te recomendamos HG Abrillantador Protector para Piedra Natural.

Lo debes aplicar tras el pulido o limpieza de la superficie. Se trata de una emulsión de polímeros, líquida y fácil de aplicar que forma una capa protectora, ultrafina, brillante y extremadamente resistente. De este modo, la capa superior de la piedra natural queda protegida del desgaste y de los desperfectos. Además, esta misma capa protectora proporciona también una capa antideslizante.

Para utilizarlo y conseguir unos resultados óptimos debes diluirlo con agua fría en una proporción 1:1. Se aplica en la superficie a tratar con una mopa o cepillo en una sola dirección. Se deja actuar 40 minutos, después se aplica una segunda capa de forma perpendicular a la primera. Con un litro de producto podrás hacer entre 60-80m2 por capa.

Tras aplicar el abrillantador para piedra natural, es muy importante no mojar la superficie recién abrillantada. Dependiendo del material, se debe dejar entre 6 y 8 horas para que se produzca la reacción química del abrillantado. También es importante, en el caso de los suelos, evitar el tránsito durante este periodo. Transcurrido este tiempo ya podremos fregar con normalidad.

 

 

Resumen
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Limpiar, pulir y abrillantar la piedra natural como el granito, la pizarra, el mármol o el terrazo de suelos o fachadas es uno de los trabajos de mantenimiento más frecuentes.
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