Los diferentes tipos de silicona para sellar
En la actualidad existen diferentes tipos de silicona que se utilizan en diferentes ámbitos como por ejemplo en el sector de la construcción, mantenimientos, reformas, bricolaje e incluso en numerosas manualidades. La silicona para sellar es uno de los productos más utilizados en los hogares. Se trata de un producto que ofrece numerosos beneficios gracias a sus propiedades, apariencia estética, larga durabilidad y fácil uso.
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¿Qué es la silicona para sellar?
La silicona para sellar es un producto químico de consistencia cremosa hecho a base de silicio y oxígeno. Se trata de un producto muy resistente y elástico, que también es muy estable ante las altas temperaturas y la humedad. Es un producto inerte, por lo que no presenta alteración alguna durante su uso. Se manipula con mucha facilidad y es ideal para una gran variedad de aplicaciones. Actualmente existen diferentes tipos de silicona para sellar que ofrecen diversas propiedades.
Principales características de las siliconas para sellar
- Alta resistencia y elasticidad
- Resistencia a temperaturas extremas (-60ºC a -250ºC)
- Resistencia a condiciones climáticas extremas como rayos UV y humedad
- Protegen frente los agentes externos como la contaminación y el fuego
- Resistencia a la deformación por compresión
- Aislante eléctrico
- Aplicación fácil y cómoda
- Fácil de limpiar
- Excelente aislante
- Vida útil muy larga
- Inodora
- No tóxica
Básicamente, las siliconas para sellar ofrecen una muy buena adherencia en muchos materiales gracias a su composición: superficies de madera, vidrio, pvc, metales… Otra característica destacable es su elasticidad, que se conserva tras el curado, lo que permite que se adapte a las formas deseadas.
Son muy resistentes a la corrosión, impiden que corrosión se adhiera a los metales. Por lo tanto, se trata de un producto excelente para utilizar en aplicaciones donde el metal está expuesto a elementos corrosivos, como sucede bajo condiciones húmedas o salinas.
Funciones de la silicona para sellar
Antes de elegir entre un tipo de silicona u otro, debes tener en cuenta ciertos factores que te ayudarán a elegir el tipo de silicona más adecuado para el trabajo a realizar:
- Función que se quiere cumplir: fijar, sellar o rellenar
- Tipo de material sobre el que se va a aplicar
- Trabajo interior o exterior
Diferentes tipos de silicona para sellar
La silicona para sellar se puede clasificar según su composición, forma o uso. Por lo general, se clasifican según su composición pudiendo diferenciar los siguientes tipos de silicona para sellar:
Silicona Neutra
La silicona neutra posee una base acrílica, carece de disolventes en su composición y se caracteriza por tener una gran elasticidad. Es inodora y gracias a su elevada flexibilidad es perfecta para aquellos trabajos en los que es posible que se produzcan movimientos estructurales.
Es la más recomendada para trabajar con materiales porosos como el cemento, hormigón, piedra, yeso, aluminio, madera y sellado en general. Sus características le confieren una excelente adhesión y es un tipo de silicona muy resistente a la intemperie.
Silicona Acética o Ácida
La silicona acética es la más común. Se elabora a parte de disolventes por lo que también es la más olorosa, lo que hace que sea conveniente utilizarla en lugares que se puedan ventilar bien.
Tiene más contracción que el resto de siliconas, menor elasticidad y no es pintable. Por otro lado, posee propiedades antifúngicas y antibacterianas por lo que actúa como un sellador altamente adhesivo antimoho. También ofrece una gran tolerancia a los rayos UV lo que la hace ideal para exteriores.
Es el tipo de silicona más efectivo, polivalente y recomendado para trabajar con materiales no porosos, en zonas húmedas, juntas de baños, cocinas, ventanas, encimeras, fregaderos, desagües, etc… Se puede utilizar para sellar vidrio, aluminio, pvc e incluso madera. Es pintable y la podemos encontrar transparente o en una amplia gama de colores.
Selladores de Poliuretano
Los selladores de poliuretano no son una silicona en sí, sinó un polímero fabricado a base de poliuretano que se utiliza fundamentalmente para el sellado entre materiales de construcción en el exterior. Se caracteriza por sus grandes propiedades de durabilidad, resistencia y elasticidad en comparación con otros tipos de siliconas y selladores. Al igual que la silicona acética es pintable y se puede encontrar en diferentes colores.
Se utiliza para el sellado e impermeabilización de todo tipo de juntas de exterior con todo tipo de materiales ya sean porosos o no porosos. Sirve para sellar juntas y grietas con diferentes movimientos como cisternas, marcos de puertas y ventanas, etc… Su principal objetivo es el de rellenar huecos evitando de esta manera el paso de elementos naturales como el agua, el aire, la tierra, el gas, el ruido, el humo o el fuego. También se utiliza para colocar láminas de acero, aluminio y policarbonato, así como fibra de vidrio, cerámica y vidrio.
Tipos de silicona según su uso
A la hora de comprar una silicona selladora hay que fijarse en las recomendaciones del envase donde viene indicada la compatibilidad en su aplicación en diferentes materiales.
Silicona para baños
Son antifúngicas por lo que resisten ante la aparición de moho. Es un tipo de silicona muy adherente, duradera, resistente al desgaste y a la humedad. También tienen la ventaja de que no absorben la grasa y tampoco amarillean la superficie de trabajo. Por lo general son transparentes o de color blanco.
Para juntas de aluminio y cristal
Este tipo de selladores por lo general son translúcidos, aunque se pueden encontrar en blanco y otros colores. Posee una gran elasticidad y se utilizan para realizar uniones entre aluminio y cristal, así como para el sellado de espejos, vitrinas o cristales.
Silicona para madera
Este tipo de silicona se utiliza en el sellado de juntas en puertas, ventanas, zócalos, rodapiés, armarios empotrados, esquineros, cantoneras… Se utiliza principalmente en interiores y se caracteriza por su secado rápido, no merma y es pintable.
Silicona para piscinas
Por lo general se trata de siliconas neutras. Son selladores específicos para zonas que están en contacto permanente con el agua. Poseen una gran elasticidad y flexibilidad. Resisten muy bien a los fungicidas y otros productos utilizados en la purificación del agua.
Para materiales no porosos
Las siliconas para materiales no porosos suelen ser siliconas acéticas y se utilizan con materiales como el vidrio, el aluminio anonizado, materiales cerámicos, etc.. Se pueden aplicar tanto en interiores como exteriores y ofrecen una alta resistencia a los rayos UV.
Para juntas sin movimiento o poco movimiento
Estos selladores se utilizan generalmente en muros de exterior e interior, en grietas, carpintería, juntas perimetrales, etc…
Silicona para juntas de dilatación y sellado de estructuras
Este tipo de siliconas se utilizan en juntas de dilatación, con o sin movimiento, uniones estructurales, sellado de huecos de tuberías. Son siliconas muy elásticas e impermeables que se agarran bien a los materiales con los que están hechos los muros.
Selladores para altas temperaturas
Se trata de siliconas fabricadas especialmente para el sellado de materiales que han de soportar altas temperaturas como chimeneas, cristales de chimeneas, barbacoas, tubos de evacuación de humos, etc… Suelen ser de color negro u otros colores oscuros.
Consejos a la hora de utilizar los diferentes tipos de silicona
El modo de empleo de las siliconas es muy simple. La gran mayoría incluyen un dosificador en forma de cono para que su aplicación sea precisa. El aplicador de silicona te permite conseguir un acabado impecable y también permite alcanzar las juntas de difícil acceso como rincones de ventanas, uniones en picas, juntas de baños, etc… También puedes utilizar una pistola de silicona ya que permiten una aplicación muy fácil y cómoda.
Para evitar impregnar la zona donde vamos a aplicar la silicona, se puede poner cinta adhesiva. Una vez cubierta la zona con esta cinta adhesiva ya podemos aplicar la silicona.
Una vez aplicada la silicona hay que dejarla secar un tiempo determinado según las indicaciones del fabricante. De esta manera, la estanqueidad queda garantizada. Por lo general, el tiempo de secado suele ser de un mínimo de 24 horas.