Cómo reparar una puerta que roza en el suelo o se atasca

A veces nos encontramos con que tenemos que reparar una puerta que roza en el suelo o se atasca cuando se abre y se cierra. Aunque la puerta se haya abierto y cerrado perfectamente durante años, de repente de la noche a la mañana deja de hacerlo. Si no hacemos nada, el problema irá creciendo hasta que un buen día nos encontraremos que la puerta ya no encaja como debería. También podría llegar a dañar el suelo y la propia puerta se podría ir estropeando progresivamente.

Las causas que provocan que una puerta roce en el suelo o se atasque pueden ser diversas. Por ello, para dar con la solución y reparar una puerta que roza en el suelo, lo primero que tenemos que hacer es identificar la causa de este roce o atasco.

 

¿La puerta roza con el suelo o el marco?

Lo primero que tenemos que hacer es comprobar si la puerta roza con el suelo o el marco. Puede suceder que el marco se haya movido o bien, que la puerta haya absorbido humedad. De hecho, hay casos de puertas en los que el roce se produce solo en los días que hay más humedad ambiental. Reparar una puerta que roza en el suelo con el marco es relativamente sencillo. Sin embargo, no es tan simple repararla si roza con el suelo. Si la puerta roza con el marco, podemos recurrir a una tiza para localizar las zonas que hay que rebajar y están causando el problema.

 

Localiza el punto de roce

El punto de roce puede ser fácilmente localizable. Lo más frecuente es que ocurra en la parte inferior de la parte, aunque también puede que la causa esté en la parte superior. Para localizar el punto de roce puedes deslizar un folio de papel entre la puerta y el suelo hasta encontrar la zona que hay que rebajar y luego marcar los puntos que delimitan la superficie de trabajo.

Un buen truco, consiste en colocar cinta de carrocero en el marco de la puerta y aplicar alguna pintura de cera que sea lavable sobre ella. A continuación cerramos la puerta y la volvemos a abrir para observar en qué punto la pintura ha pasado a la hoja de la puerta. En cualquier caso, una vez localizado el punto de roce ya sea por un método u otro, es recomendable marcar con un lápiz cuánto vamos a rebajar la puerta.

 

Desmonta la puerta

Si el punto de roce se encuentra en la parte inferior de la puerta tendremos que desmontarla para lijarla o rebajarla. Para ello, debemos abrirla del todo y tirar de ella hacia arriba para separar las bisagras y poder sacarla. En cambio, si el punto de contacto se encuentra en el lateral o en la parte superior de la puerta, puedes trabajar sobre ella simplemente abriendo la puerta. Si has tenido que sacar la puerta colócala sobre unos caballetes o una superficie de trabajo que te permita trabajar de manera cómoda.

 

Rebajar y lijar la puerta

Si la puerta es de madera maciza podemos rebajar y lijar en la zona que nos interesa. En cambio, si la puerta es de aglomerado o hueca, habrá un punto en el que superaremos el grosor del canto y habrá que reponerlo. De hecho, a menudo en muchas puertas huecas low cost, la parte superior ni siquiera está canteada ya que no se ve. No obstante, esa parte descubierta hace que la puerta sea más propensa a absorber humedad y se vaya hinchando con el tiempo.

Repasa las zonas que causan el rozamiento con una lijadora y una hoja de lija de grano medio hasta eliminar la madera que provoca los roces. El lijado ha de ser siempre ligero para conseguir un canto suave.

 

Cómo reparar una puerta que roza en el suelo o se atasca

 

 

Sellar la zona rebajada

Tras rebajar la zona afectada volveremos a montar la puerta y comprobaremos que se cierre y abra sin problemas, lo que nos dirá que el rebaje ha sido suficiente. Sin embargo, antes de finalizar, os recomendamos que apliquéis un sellador para evitar que la madera absorba humedad por esa zona que acabamos de rebajar. El sellador puede ser un barniz o una laca dependiendo del tipo de puerta que se esté reparando.

 

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Truco para reparar una puerta que roza en el suelo

Hay un truco muy efectivo para reparar una puerta que roza en el suelo siempre y cuando se trate de un roce pequeño. Para ello, coloca un papel de lija en el suelo. Fíjalo con unas tiras de cinta adhesiva. A continuación, abre y cierra la puerta hasta que se vaya desgastando la madera y desaparezca el roce.

 

Reparar una puerta que roza en el suelo por causa de las bisagras

En ocasiones el problema puede estar causado por las bisagras que pueden haber cedido o haberse aflojado. Si el problema es que las bisagras están flojas verás que la ranura superior es más ancha de lo habitual. Una solución fácil y eficaz es colocar unos ovalillos, unas arandelas especiales que encontrarás en la ferretería y que sirven para proteger la madera cuando se pone un tirafondo de cabeza plana.

 

Puertas que rozan porque el suelo está hinchado

Otra situación que nos podemos encontrar es que la puerta roza porque el suelo está hinchado. En este caso, tendremos que rebajar la puerta. Tras marcar una línea de corte, se procederá al cepillado del canto inferior de la puerta.

 

 

 

 

 

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A veces nos encontramos con que tenemos que reparar una puerta que roza en el suelo o se atasca cuando se abre y se cierra.
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