Cómo elegir un frontal para la montaña
A la hora de elegir un frontal para la montaña debemos tener en cuenta un par de aspectos ya que se trata de un elemento indispensable en cualquier salida a la montaña.
El frontal es un elemento esencial del equipo de cualquier montañero. Se recomienda llevar siempre uno en la mochila ya sea porque se nos pueda hacer de noche o por cualquier imprevisto o contratiempo que pueda surgir. También es necesario siempre que se hagan travesías largas en las que hay que pasar una o varias noches en la montaña, o cuando necesitamos iniciar la marcha de noche, cuando el sol todavía no ha salido.
Independientemente de la actividad que vayas a realizar, la iluminación en la montaña pasa a ser obligatoriamente con linternas frontales por dos motivos:
- Los frontales nos permiten liberar las manos.
- El haz de luz sigue nuestra mirada por lo que allá donde miremos, estará iluminado.
Contenido
Características a tener en cuenta a la hora de elegir un frontal
A la hora de elegir un frontal para tus actividades de montaña o al aire libre debes tener en cuenta los siguientes puntos:
Ajuste perfecto a la cabeza
La cinta ha de ser regulable y cómoda. También se recomienda que lleve protección que hace el ajuste más confortable. Actualmente, la cinta de los frontales suele estar fabricada con materiales anti-sudor para que no resbalen.
Sencillez de uso
A la hora de elegir un frontal recuerda que menos es más. Busca un frontal intuitivo y simple que te permita encender, apagar o cambiar los diferentes tipos de luz y el enfoque con una sola mano.
Peso del frontal
Depende bastante de la actividad que vayas a hacer. No obstante, la ligereza es fundamental sobre todo en prácticas como el trail running.
Alcance del frontal o potencia
La potencia de un frontal es la cantidad total de luz emitida y se expresa en lúmenes. A mayor número de lúmenes, mayor potencia. Es decir, cuanta más potencia, más luz y más lejos llegará. Prácticamente todos los modelos permiten regular la intensidad. Algunos regulan la intensidad automáticamente durante su uso. La mayoría de frontales tienen un alcance real de entre 30-80 metros. Para actividades en la montaña, sobre todo sin son aeróbicas y de cierto riesgo, te recomendamos que tengan mínimo 130 lúmenes.
Iluminancia del frontal
La iluminancia o nivel de iluminación es el flujo luminoso que incide sobre una superficie y su unidad de medida es en lux (lx). Nos indica la luz real que llega a cada objeto iluminado y este factor no depende solo de la potencia sino que también interviene el ángulo. Ante un ángulo del haz de luz muy cerrado, más lux recibirá el objeto. Por el contrario, con un ángulo muy abierto el objeto recibirá menos lux y se verá menos iluminado.
Autonomía del frontal
La autonomía de un frontal puede ir desde 3 horas hasta 60 horas más o menos, dependiendo de los lúmenes y potencia de la linterna. Depende del equilibrio con la potencia: a mayor potencia, menor duración de la batería. A menor potencia, mayor duración de la batería. Por ello, es muy recomendable ajustar siempre la intensidad adecuada a cada situación con lo que conseguiremos alargar la duración de la batería.
Posibilidad de regular la intensidad
Es importante poder ahorrar luz para alargar la autonomía del frontal. Durante las subidas vamos más despacio y no es necesario un campo de visión excesivamente amplio. Es recomendable guardar toda la potencia del frontal para ganar seguridad en las bajadas y para zonas técnicas. La potencia intermedia es recomendable en tramos de pista ancha, llana y sin apenas dificultad técnica.
Estanqueidad
Cuando hablamos de actividades al aire libre o en ambientes húmedos es necesario que los frontales incorporen algún grado de impermeabilidad. La impermeabilidad de un frontal se mide según la norma internacional CEI 60529 Degrees of Protection. Esta norma especifica en un solo código una escala para la resistencia al polvo y otra de impermeabilidad. Este código lo encontraremos en las instrucciones técnicas del frontal mediante las letras IP seguidas de dos dígitos. El primer dígito indicará la resistencia al polvo y el segundo la impermeabilidad. Por ejemplo: IP44. También podemos encontrarnos ocasiones en las que la protección contra el polvo no esté indicada. En estos casos, el código que veremos será IP+X+Número. Ejemplo: IPX6, donde la “X” indica que el frontal no tiene categoría de resistencia al polvo, solo de la impermeabilidad.
¿Elegir un frontal con pilas o con baterías recargables?
En la actualidad podemos comprar un frontal con baterías que se pueden cargar con USB o bien, a pilas.
Ambas opciones tienen sus ventajas y desventajas. Un frontal a pilas es más costoso y genera más residuos. Sin embargo llevando pilas de repuesto no nos quedaremos sin luz.
Un frontal con carga por USB es muy cómodo, más económico y no genera residuos como las pilas pero si no llevamos un cargador o una batería de repuesto corremos el riesgo de quedarnos a oscuras.
La mayoría de frontales permiten emplear tanto pilas como batería interna por si no tenemos opción de recargar la batería.
Riesgo de las linternas frontales
Con los frontales sucede que cuando miramos a alguien lo deslumbramos. Ten en cuenta que si la potencia es muy alta podríamos ocasionar daños oculares a la persona que tengamos delante.
Por este motivo, los frontales tienen la obligación de indicar el nivel de riesgo según la norma IEC 62471:2009, que clasifica los tipos de luminaria en cuatro grupos:
- Grupo 0: exento de riesgo
- Grupo 1: bajo riesgo
- Grupo 2: riesgo moderado
- Grupo 3: alto riesgo
Ten cuidado en las distancias cortas. Lo mejor es coger el hábito de no mirar directamente a la cara de la persona que tengamos en frente.
Nuestro consejo a la hora de elegir un frontal
Fijar un límite mínimo de lúmenes es muy difícil porque la distancia que alcanza la luz de un frontal depende más del ángulo del haz que de la potencia. Por este motivo, puede suceder que diferentes frontales con la misma potencia alcancen mayor o menor distancia.
Te aconsejamos que a la hora de comprar un frontal tengas en cuenta las siguientes consideraciones:
- Iluminación cercana: sirve un frontal con una potencia baja (refugio, campamento, etc.)
- Caminatas, montañismo: frontal con potencia baja es suficiente.
- Escalada: una potencia excesiva puede deslumbrar por el reflejo de la pared.
- Actividades rápidas: en el caso del trail se recomienda un frontal con un mínimo de 80 lúmenes si es para espacios cortos de tiempo y sobre un buen terreno, sino a partir de 120 lúmenes, siendo 200 lúmenes lo ideal si corremos muy rápido.
- Bicicleta: en este caso, 400 lúmenes son lo ideal.
Ten en cuenta que en iluminaciones muy altas, por ejemplo 400 lúmenes, la sensación es como si fuera de día pero la autonomía también es mucho más corta. Utiliza estas potencias para casos puntuales: unos segundos para poder ver bien un tramo del camino (como las luces largas del coche), para poder examinar una cavidad, la parte superior de una escalada, etc.
Aunque la potencia puede regularse y se puede emplear la potencia necesaria en cada momento, debes tener en cuenta que cuanto más potente es el frontal más pesa, es más incómodo y su autonomía disminuye.
Te recomendamos que elijas frontales que pesen poco, que ocupen poco espacio, que sean cómodos, con un alcance de entre 60-90 metros y 250-400 lúmenes.